Nuestros estudios

Protagonistas y espectadores (I). Una mirada longitudinal sobre la juventud española

Estela Aguirre, Juan Carlos Ballesteros, Javier Elzo, Juan M. González-Anleo, Eusebio Megías, Almudena Moreno, Elena Rodríguez, Ana Mª Rubio, Patricia Tudela

Un análisis sobre cómo la investigación empírica ha recogido los cambios experimentados por la juventud española desde 1980. Observatorio de la juventud de la Fundación SM y FAD.

Esta investigación representa un esfuerzo colectivo de revisión y puesta al día de los referentes teóricos y los estudios empíricos sobre las y los adolescentes y jóvenes desarrollados en los últimos años. Los nueve investigadores convocados en esta publicación, han tratado de hallar un discurso común que representa, en términos generales, cómo los jóvenes han ido respondiendo a una serie de procesos sociales, definidos aquí como hitos históricos (la transición democrática, la burbuja del bienestar, la revolución tecnológica o la crisis financiera de 2008) y cómo lo han hecho, además, desde las diferentes dimensiones que configuran la condición juvenil, como pueden ser los valores, la participación política, la cultura digital, el ocio y tiempo libre o las transiciones a la vida adulta.

La capacidad de agencia de la juventud se refuerza cada día por medio de su creatividad, de su participación social y política y de su sensibilidad con el entorno.

En esta publicación se encuentran algunas claves para interpretar lo que significa ser joven y cómo los jóvenes construyen las formas de convertirse en adulto. Por ejemplo, la lectura que se hace de las transiciones revela que ser joven se asocia con transiciones fragmentarias, retardadas y marcadas por la desigualdad que introducen el género y la posición socioeconómica. Tal y como se apunta en el capítulo sobre “Género y juventud”, las distintas concepciones y formas de encarnar la juventud, sólo pueden ser comprendidas con claridad cuándo son analizadas desde una óptica de género interseccional (imbricada con los condicionantes étnicos, religiosos, de clase social, etc.) que deconstruya y reinterprete los saberes tradicionales en torno a la juventud.

Las tecnologías y las redes sociales también demuestran tener un impacto relevante en las manifestaciones y la expresión del “ser joven”, desde los modelos de aprendizaje, la forma de comunicarse, el estilo de las relaciones, los modelos de ocio, hasta las formas de participación en lo colectivo y el activismo sociopolítico.

Estos y otros elementos que se abordan en la publicación deben ser enmarcados tal y como se apunta en el capítulo de “Valores y su evolución, tipologías y religiosidad” en la evolución que ha sufrido la sociedad española (incluidos los jóvenes) durante los últimos cuarenta años, en lo que respecta a valores y sistemas de legitimación en la sociedad. Desde una sociedad moderna marcada por la creencia en un proyecto global y compartido, a una sociedad postmoderna marcada por el individualismo, la incertidumbre, el repliegue en lo cotidiano y en lo emocional.