Adolescentes y jóvenes en realidades cambiantes

UNESCO, UNESCO IIEP Buenos Aires, Oficina para América Latina

«Adolescentes y jóvenes en realidades cambiantes»,  es una publicación del Sector de Educación de la UNESCO que se realiza conjuntamente con el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación en Buenos Aires y la Oficina Internacional de Educación.

La investigación parte de la detección de un problema que se hace presente en el conjunto de los sistemas educativos de América Latina, esto es, el proceso de desescolarización en el nivel de la educación secundaria. En opinión de los autores, dicha tendencia instala una cuestión fundamental en el centro del debate, que se refiere a la pertinencia y relevancia de la educación secundaria frente a las realidades cambiantes de las y los jóvenes, en un mundo que cada vez se torna más complejo e incierto.

Para ahondar en las cuestiones anteriores, el informe aborda en un primer capítulo y desde una dimensión objetiva, la situación de la escuela secundaria en América Latina, tomando en cuenta los índices de desescolarización de las y los jóvenes respecto a este nivel educativo. En un segundo capítulo, los resultados anteriores se relacionarán con un análisis en una dimensión más subjetiva, vinculada con la identidad juvenil y las prácticas culturales, por un lado, y con las percepciones del profesorado y la brecha generacional, por el otro.

Los principales hallazgos contenidos en el primer capítulo permiten constatar que América Latina ha experimentado un intenso proceso de expansión de su escolarización secundaria, sobre todo en aquellos sectores de la población que residen en los países más pobres de la región, en los estratos sociales de menores ingresos y en las áreas geográficas más desfavorecidas. Sin embargo, el crecimiento en el acceso al nivel no encuentra su correlato en el nivel de graduación. Actualmente, muchos más adolescentes acceden al nivel medio que hace una década, pero la proporción que abandona continúa siendo elevada y su reducción está estancada. Ello se debe, en opinión de los autores, a la persistencia de unas dinámicas familiares que necesitan del trabajo de los adolescentes y jóvenes para asegurar su supervivencia.

Solo si las políticas socioeducativas se muestran capaces de establecer alianzas provechosas entre las familias y la escuela, concluyen los autores, se podrán revertir los mecanismos intergeneracionales de exclusión social, desde los cuales se reproducen de manera ampliada las desiguales oportunidades sociales de origen.

En el segundo capítulo los autores identifican un conjunto de factores que se dan desde el interior de la institución escolar y que funcionan como elementos expulsores.

Las dinámicas de la violencia en el contexto de la escuela media (directa, estructural, cultural/simbólica) constituyen uno de los factores expulsores más críticos. Aunque el problema esté extendido, es relativamente menos visible desde la reflexión y la búsqueda de soluciones que aspiran al pleno aseguramiento de la escolarización.

Las representaciones recíprocas entre los adolescentes y sus docentes también condicionan tanto las diversas trayectorias estudiantiles como, incluso, la permanencia de algunos jóvenes en la escuela media. En opinión de los autores, es posible apreciar con claridad una relevante presencia de jóvenes en la región que descreen de la escuela.

Se hace necesario desarrollar mejores políticas orientadas a modificar las representaciones que los docentes construyen sobre sus estudiantes para avanzar en la consolidación de una escuela media efectivamente inclusiva para toda la región.

El último capítulo cierra con el planteamiento de 4 desafíos que deberán ser abordados por el conjunto de los países de la región:

  • El fortalecimiento de una visión holística, humanista y transformadora de la educación así como un enfoque del sistema educativo unitario e integrado.
  • La educación inclusiva, entendida como un principio transversal de las políticas educativas y como una estrategia institucional, docente, curricular y pedagógica.
  • Un entendimiento afinado acerca de las expectativas y necesidades de aprendizaje de los alumnos.
  • La toma de conciencia acerca de que las respuestas genuinas al logro progresivo de la inclusión no parecen estar pautadas principalmente por la adherencia a un paradigma ideológico-político en particular sino por la búsqueda de respuestas robustas frente al para qué, qué, cómo y dónde educar y aprender.