Inclusión social
30 abril 2021

Cooperativa escolar: promotora del liderazgo juvenil y apoyo socioeconómico a la escuela

En el año 2011 tuve la oportunidad de convertirme en maestra consejera de una cooperativa juvenil escolar, y les puedo asegurar que el proyecto impactó de manera positiva en mi vida profesional y crecí como líder educativo. Tal vez has escuchado sobre cooperativismo o esta será la primera vez que lees sobre el tema, pero quiero compartir la importancia de la cooperativa escolar, al ser una organización educativa que promueve el liderazgo juvenil y apoya socioeconómicamente a la escuela que decide fundar una.

La Alianza Internacional Cooperativa (1995) definió la cooperativa como “una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes, por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente gestionada”. Esta empresa puede ser organizada por adultos o por jóvenes. En el caso de Puerto Rico, se han fundado cooperativas de esta manera desde fines del siglo xix, y básicamente se organizan bajo los mismos principios y valores, pero la necesidad a suplir es distinta en todos los casos. Asimismo, existen leyes gubernamentales y cartas circulares que protegen y promueven la cooperativa juvenil dentro de los plantes escolares (Ley 220, Carta Circular Núm. 17-2016-2017).

Quiero comenzar explicando qué es la cooperativa juvenil escolar puertorriqueña. Pérez (2008) discute que la cooperativa surge del deseo de organización de un grupo de estudiantes que buscan satisfacer unas necesidades en particular dentro de su escuela. Por ejemplo, si en la escuela hace falta una cafetería, los estudiantes pueden organizar una cooperativa de consumo. La cooperativa de consumo es aquella que brinda alimentos o efectos escolares a socios y no socios de la cooperativa. La autora también argumentó que existen otras cooperativas, como las agrícolas, de ahorros, bellas artes y/o tipos diversos, pero que cada una de ellas se organiza dependiendo de la necesidad y el interés de los estudiantes que deciden fundarla. Sin embargo, un aspecto importante durante su organización es que los estudiantes no pueden tomar decisiones legales o administrativas por ellos mismos; siempre necesitan de un adulto que los represente legalmente. Ese adulto en la mayoría de las casos es un maestro de la sala de clase.

Como maestra, estuve a cargo de la administración de una cooperativa de consumo en la Escuela Superior Juan Antonio Corretjer Montes en el pueblo de Ciales, aproximadamente tres años y medio. Dicha experiencia la llevé a lo largo de mi vida académica, y en el año 2020 pude culminar la disertación doctoral, Hacia un liderazgo educativo efectivo en el contexto de cooperativas juveniles escolares en Puerto Rico. El propósito fue investigar el liderazgo educativo del maestro consejero que atiende una cooperativa juvenil escolar. Sin embargo, antes de discutir los hallazgos y conclusiones de la investigación, quiero explicar cómo funciona la cooperativa escolar (Ver figura 1).

Figura 1: Organigrama de una cooperativa juvenil.

En el diagrama se pueden visualizar los componentes principales que forman la cooperativa escolar: los socios (estudiantes de la escuela), la Junta de Directores (estudiantes-líderes) y el consejero (guía del proceso educativo-administrativo). Cada uno de ellos conforma la organización educativa de la cooperativa. Ahora bien, el cuarto componente es el patrocinio, es decir, la acción diaria de apoyar y/o financiar la razón por la cual fue creada la cooperativa. Como mencioné, dependiendo del tipo de cooperativa, será el patrocinio de los socios-estudiantes. Los estudiantes que se convierten en socios de la cooperativa tienen la responsabilidad de apoyar y opinar sobre todo lo que sucede en la cooperativa; al ser miembros de ella, tienen el derecho a votar y participar de todas las actividades que se organicen, ya sean asambleas, eventos, talleres, acciones comunitarias, charlas cooperativistas, entre otras (Caerio, 2003). Es una organización dentro de la escuela donde se ponen en práctica los valores cooperativos de ayuda mutua, responsabilidad, democracia participativa, igualdad, equidad y solidaridad. Asimismo, si existe una necesidad económica y/o social en la escuela, mediante una petición a la Junta de Directores puede solicitar ayuda económica, de recursos o servicios a la cooperativa. El aspecto que más destaca en esta organización es que los jóvenes estudiantes son los que toman las decisiones diarias y esto les permite desarrollar su liderazgo juvenil, ya sea siendo parte de la Junta de Directores o como miembros socios de la cooperativa.

Una vez explicado como es el funcionamiento de una cooperativa, quiero compartir los hallazgos y conclusiones de la investigación. Tuve la oportunidad de estudiar 12 cooperativas juveniles escolares en Puerto Rico: siete activas y cinco inactivas. Al abordar el problema de investigación, me dediqué a explorar por qué había cooperativas juveniles que no estaban operando y permanecían cerradas dentro de los plantes escolares, a pesar de que contaban con los fondos económicos y el lugar para operar. Para recopilar los datos, utilicé la observación directa (estar presente en la cooperativa escolar) y el análisis de documentos, y entrevisté a los principales miembros de la organización: el maestro, los estudiantes y el director escolar. Al culminar con el análisis de datos pude identificar unos factores comunes que predominaron en este contexto educativo. Cada uno de los participantes exhibió una creencia genuina en el proyecto cooperativo y una aspiración a que se puede hacer más por la escuela y la comunidad. De igual forma, estos líderes educativos y juveniles mostraron una pasión y entusiasmo por lo que hacen, a pesar de los retos y dificultades que tienen que enfrentar diariamente. Un ejemplo de esto es la falta de tiempo del maestro para trabajar el proyecto y la necesidad de llegar a consensos logísticos y de organización con el director escolar para mantener la cooperativa operando y abierta. Asimismo, pude encontrar que la cooperativa juvenil escolar es una entidad educativa que apoya a la escuela, y a través de sus participantes se fomenta la cooperación y colaboración. La cooperativa escolar es suplidora de ayudas económicas cuando la escuela lo necesita, e igualmente es promotora de actividades sociales donde se promueven los valores y principios cooperativos. Como vemos, cada uno de ellos juega un rol importante: el maestro consejero es quien guía a la organización mediante su liderazgo educativo, el director es quien apoya el proyecto y los estudiantes son los que toman decisiones en favor de la comunidad escolar. Todos ellos, como colectivo, son los que a través del acto de la cooperación y la colaboración promueven un ambiente escolar distinto y exitoso. De igual forma, las relaciones de cooperación permiten que se desarrollen contextos de participación ciudadana y democrática.

Finalmente, la cooperativa escolar es un espacio social donde todos los que participan de ella están sumergidos en un proceso de acción e interacción constante que permite el desarrollo del liderazgo compartido y distribuido. La entidad actúa como un conjunto, logrando así ser efectivos dentro del plantel escolar. Los directores, maestros y estudiantes participantes de la investigación aseguraron que la cooperativa es una organización que beneficia a toda la comunidad escolar. Algunos de los participantes describieron su cooperativa como “la ayuda ideal”, que “aporta al bienestar común de la escuela”, donde “los estudiantes ven el fruto de esas ganancias” y donde siempre se escucha “a las personas que quieren unirse” a ella, donde hay “oportunidades de crecimiento” y es un “estilo de vida” en donde “se fomenta y se ponen en práctica los valores sociales”. En igual instancia, el maestro consejero ejerce un liderazgo educativo efectivo porque logra las metas y propósitos de la organización. El maestro logra mantener su cooperativa activa y funcionando, independientemente de no contar con una herramienta didáctica y el tiempo suficiente disponible solo con los recursos a su alcance. Las conclusiones finales del estudio fueron:

  • Las cooperativas juveniles escolares son pilares sociales y económicos dentro de las escuelas a pesar de los retos que existen cuando un maestro de la sala de clase es quien dirige y administra la cooperativa juvenil.
  • El director escolar juega un rol central en el éxito de la cooperativa, porque es quien apoya al maestro consejero en la promoción del cooperativismo en la escuela y el ejercicio de su liderazgo administrativo, estratégico, didáctico y comunitario.
  • El maestro consejero, utilizando estrategias como la organización diaria, la colaboración, el trabajo en equipo y el compromiso con el proyecto, puede superar los retos y obstáculos que se presentan a lo largo del año escolar, y ejercer así un liderazgo educativo efectivo y demostrando la capacidad emprendedora de los estudiantes.
  • Los estudiantes desarrollan su liderazgo a través de la participación constante y diaria como socios y miembros activos de las cooperativas escolares y como modelos de emprendimiento solidario.
  • La escuela, que tiene una cooperativa juvenil activa, genera recursos económicos y se promueven valores cooperativos tales como el trabajo en equipo, la ayuda mutua, la preocupación por los demás, la solidaridad y su capacidad para crear vínculos con su entorno y comunidad.
  • Los maestros expresaron con total claridad que asumieron la dirección de las cooperativas con una limitada orientación recibida por la Comisión de Desarrollo Cooperativo y sin disponer de herramientas didácticas que los guiaran en el proceso de liderar la cooperativa. Fueron autodidactas en el ejercicio de su liderazgo al enfrentar cada situación.
  • Las cooperativas inactivas cuentan con recursos económicos y de infraestructura para reanudar operaciones. El liderazgo estratégico del director y la disposición para lograr consensos relativos a temas logísticos de tiempo y organización funcional con los maestros consejeros permitirán la reactivación de las cooperativas juveniles escolares.
  • Las escuelas en Puerto Rico continúan con una organización escolar muy rígida y el Departamento de Educación debe reconocer que existen otras formas de reorganizar las escuelas para proveer alternativas a proyectos educativos no tradicionales, de emprendimiento solidario como modelo de negocio y de desarrollo económico y social.

Creo firmemente en el proyecto de la cooperativa juvenil porque tuve la dicha de participar de una y experimentar los beneficios ulteriores de una empresa dirigida por jóvenes. Si tienes la oportunidad de fundar una cooperativa en tu escuela, no dudes en tomar acción. Vivimos en una sociedad donde hace falta desarrollar líderes responsables para el futuro de nuestros países, ya que ellos son la esperanza del mañana. Y si como educadores queremos contribuir al desarrollo de valores democráticos, solidarios, participativos y que promueven el bienestar común, la cooperativa escolar es buen lugar para comenzar.

Logo del Observatorio de la Juventud en Iberoamérica (OJI)

Dra. Amárilys López-Piñeiro

Bibliografía

  • Alianza Internacional Cooperativa (1995). El centenario de la ACI y los próximos 100 años de
  • cooperación internacional. Mensaje de la Alianza Cooperativa Internacional ante la Organización de las Naciones Unidas, 1 de julio de 1995. Portal electrónico.
  • Caerio, D. (Ed.) (2003). ABC cooperativo: aspectos básicos para constituir una cooperativa. Áreas Cooperativas Ministerio de la Producción; Buenos Aires, Argentina.
  • Ley Especial de Cooperativas Juveniles. Ley Número 220 del 29 de agosto de 2002. Puerto Rico.
  • López-Piñeiro, A. (2020). Hacia un liderazgo educativo efectivo en el contexto de cooperativas juveniles escolares en Puerto Rico. Disertación doctoral sometida a la Escuela Graduada de Educación Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras. https://repositorio.upr.edu/handle/11721/2087
  • Pérez, E. (2008). Marco histórico y fundamentos del cooperativismo. Publicaciones Puertorriqueñas: Hato Rey.
  • Pérez, E. (2011). El movimiento cooperativista en Puerto Rico y el Mundo: origen, desarrollo y visión de futuro. Publicaciones Puertorriqueñas: Hato Rey.
  • Puerto Rico. Departamento de Educación. (2016). Política pública sobre organización, el establecimiento de las cooperativas juveniles escolares del programa de estudios sociales, adscritas al área de currículo e innovación pedagógica mediante la división de coordinación y educación cooperativa para el emprendimiento como alternativa para el desarrollo económico y social. (Carta Circular Núm. 17-2016-2017). Documento interno no publicado.