Marta Borrell: «la base de todo siempre será la educación»

Marta Borrell es una estudiante de Bachillerato de 17 años que, actualmente, compagina sus estudios con una labor de activismo global en favor de la equidad educativa. Una causa de la que toma conciencia tras un viaje que realiza a Marruecos con su colegio, y en el que experimenta la situación en la que se encuentran las escuelas del país.

El 24 de enero de 2020, Día Mundial de la Educación, desde la sede de Naciones Unidas en Nueva York, Marta, con 16 años, se dirigió al mundo con un discurso en el que expuso sus experiencias en estas escuelas africanas, y reivindicó una serie de medidas para cumplir los objetivos de escolarización en el mundo contenidos en el plan de la Unesco para el 2030.

Marta, en entrevista para el Observatorio de la Juventud, nos explica que se ha educado entre películas y documentales hechos en casa que trataban, en muchas ocasiones, sobre temas sociales y alimentaban su curiosidad por conocer el mundo que vivimos. Tras su viaje a Marruecos con la escuela, decidió plasmar todos aquellos contrastes que encontró y volcar toda su experiencia en el formato que mejor conocía, dando como resultado un documental llamado Una luz en la oscuridad, producido por sus padres Sara Fijo y José María Borrell.

Cuando le pedimos que valore los aspectos fundamentales que aportan los centros educativos en el aprendizaje de niños, niñas y jóvenes, su respuesta es clara y directa. El entorno relacional de la escuela y el contacto directo que se establece entre docente y alumno es una parte esencial del aprendizaje que dota de sentido a la educación. Es ahí, apunta Marta, donde suceden las experiencias de las que más se aprende: los debates en clase, el manejo de las emociones, las relaciones de convivencia con la comunidad educativa, etc.

Recuerda como, en tiempos de confinamiento, la escuela se limitó simplemente a la parte académica, que considera importante pero que, sin compenetrarse con todo lo demás, ve muy difícil que lleve a cabo un aprendizaje significativo. Además, alude a la necesidad de aprender a manejar herramientas como las matemáticas, pero sin dar de lado a la ética o los valores, los aspectos sociales y de medioambiente, puesto que son los temas que dice ver como los más útiles para el alumnado, permitiéndoles formar parte de la sociedad y mejorar como personas.

Marta destaca una frase del documental Una luz en la oscuridad donde Federico Mayor Zaragoza expone que últimamente se está confundiendo la educación con la capacitación. Comparte con nosotros que el sentido de la escuela y sus objetivos deberían girar en torno a la ética, a aprender a ser personas y ciudadanos, a vivir en comunidad y a ser educados en el respeto.

Tras su experiencia en Mozambique, Marta aclara que la intención del documental ha sido buscar soluciones más que destacar problemas. Cree que costará, pero que con voluntad y esfuerzo por parte de toda la comunidad internacional podremos lograr una educación equitativa y de calidad para todos. En su opinión, la clave para alcanzar esta meta se encuentra en el profesorado como factor insustituible de la educación. En este sentido, deberían coordinarse los esfuerzos para contar con un profesorado bien formado y motivado que sea capaz de levantar a toda una generación de mentes pensantes que puedan formar parte de una ciudadanía global.

 

Optimista, Marta sabe que aún quedan muchas cosas que cambiar para alcanzar esa igualdad de oportunidades que reivindica en su trabajo. Insiste en que no consiste solo en donar dinero y bienes para sentirnos en paz con nosotros mismos, sino aprender a escuchar las necesidades que plantean los agentes educativos de los países en vías de desarrollo. Resalta que es muy importante que sean ellos los partícipes de su propio cambio porque son ellos quienes conocen y sufren en primera persona las carencias en sus sistemas educativos. Añade la importancia de que sean los primeros que nos digan qué necesitan y qué es lo que necesitan aprender. Lo primordial para ella es partir de la sabiduría y de los conocimientos, evitando reducir la dificultad a un mero aspecto económico.

Entrevista: Ana Howe y Ariana Pérez