22 abril 2024

Compromiso medioambiental: la participación de las personas jóvenes en acciones de voluntariado

La participación de la juventud española en acciones de voluntariado (al igual que sucedía con el asociacionismo) ha sido tradicionalmente escasa, especialmente si la comparamos con la media de participación de los países europeos. No existen muchos datos al respecto, lo que evidencia la escasa atención que ha recibido (al menos hasta hace pocos años) el ejercicio del voluntariado como objeto de estudio y ya no digamos como fórmula de participación que promover desde las instituciones públicas. Volvemos a echar mano de los informes del eurobarómetro (gráfico 3.11) para dar cuenta de la tendencia al alza de la participación de los jóvenes españoles en acciones de voluntariado (en general) y, más interesante, de la convergencia progresiva con los niveles de participación que se registran en la media de los países europeos.

Gráfico 1. Comparativa del nivel de participación en actividades de voluntariado de los jóvenes españoles entre los 15 y los 29 años frente a los jóvenes europeos (2007-2018)

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Flash Eurobarometer 202, 408 y 455.

 

Además de la tendencia general que sugiere una mayor implicación de los jóvenes en acciones político-sociales durante los últimos años, entre las principales razones que explican este aumento del voluntariado, la bibliografía especializada pone el foco en las motivaciones materiales e instrumentales que van más allá de los elementos prosociales o altruistas inherentes a su práctica. Más concretamente en la importancia que está adquiriendo el voluntariado como vía para mejorar la formación y las habilidades profesionales de los jóvenes, y con este fin se ha avanzado en su reconocimiento legal a nivel español y europeo (Dávila de León, 2014). Casualmente, la participación de los jóvenes españoles en acciones de voluntariado se incrementa notablemente entre 2007 y 2014, un período de crisis financiera con repercusiones catastróficas sobre el desempleo juvenil. Una circunstancia que ha hecho advertir a no pocos investigadores sobre el uso perverso que se puede estar haciendo del voluntariado. Se puede reconocer positivamente que el trabajo voluntario sea un trampolín para acceder a un puesto de trabajo, dado que permite desarrollar determinadas competencias difíciles de adquirir a través de la estricta formación profesional y que el mercado de trabajo valora muy favorablemente, pero ello supone, también, que una parte del voluntariado se esté acercando peligrosamente al trabajo precario (Serrano, 2014). Con esto no se quiere poner en duda las motivaciones altruistas de la juventud española, pero sería muy ingenuo exponer este único argumento como justificación de la tendencia que estamos observando.

Teniendo en cuenta el marco general anterior, en el informe Jóvenes y Medioambiente de la Fundación SM, hemos analizado la participación de los jóvenes españoles en proyectos o actividades relacionadas específicamente con la protección del medioambiente. Esto es, acciones que podrían calificarse en el terreno del voluntariado ambiental, una fórmula de participación no activista, según Stern (2000), cuyos ámbitos de actuación son tan diversos como las problemáticas medioambientales que puedan encontrarse en un territorio. Así, podemos referirnos a la protección de los espacios naturales, la conservación de la biodiversidad, la preservación del litoral, la defensa del medio forestal o la mejora
del entorno urbano.

En esta pregunta hemos incluido acciones de voluntariado formal e informal, cuya principal diferencia atiende a la intermediación de una organización no lucrativa, así como la propuesta específica que plantea el aprendizaje-servicio. Una actividad fundamentalmente educativa que introduce los servicios a la comunidad en el currículo académico y con capacidad para ser aplicable en cualquier etapa formativa (incluida la educación superior).

El 48 % de los jóvenes han participado en actividades para conservar la naturaleza. Esta es la que destaca como la acción más señalada de entre las propuestas. Le siguen con porcentajes similares de participación los proyectos de aprendizaje-servicio (con el 43 %) y los actos comunitarios de concienciación sobre el medioambiente (con el 39 %). Teniendo en cuenta que el asociacionismo es un predictor claro de la participación en acciones de voluntariado, estos datos son del todo coherentes con aquel que estimaba en un 46 % el porcentaje total de jóvenes pertenecientes a alguna organización relacionada con el medioambiente y la sostenibilidad.

Finalmente, llama la atención que aquellas actividades vinculadas al voluntariado formal (a través de una organización) que se inscriben en una perspectiva ecosocial (relacionando el medioambiente con otros aspectos como la justicia o la pobreza) sean las menos populares para la juventud española (con el 27 % de las menciones). Una explicación que solo podemos alcanzar a dar a través de algunas hipótesis relacionadas con el carácter institucionalizado de la propia acción, que puede coartar la participación frente a las acciones más espontáneas, o con el carácter más limitado de la “oferta” de actividades que se enmarcan en esta perspectiva.

Gráfico 2. Participación en proyectos o actividades relacionados con la conservación y protección del medioambiente

En la bibliografía académica se han identificado varios predictores del comportamiento del voluntariado medioambiental. Estos incluyen los siguientes aspectos (Gul, 2017):

  • Valores
  • Comportamientos prosociales
  • Comportamientos proambientales
  • Conocimiento y preocupación por el medioambiente
  • Características sociodemográficas de la población

A continuación exploramos las variables sociodemográficas cotejándolas con los datos obtenidos, y reservamos para el cuarto capítulo del presente libro el análisis del resto de los predictores:

  • En lo que respecta a la variable del nivel educativo, los resultados obtenidos se encuentran en consonancia con estudios similares que han indagado sobre el perfil de las personas voluntarias. En este sentido se observa un comportamiento lineal y progresivo de la variable: a mayor nivel educativo, mayor será la participación en todas las acciones de voluntariado contempladas en este estudio, siendo en consecuencia los jóvenes con mayor nivel los que más participan.
  • La clase social también arroja los resultados esperados, son los jóvenes de clase alta los que más participan al menos en tres de las acciones propuestas: actividades para conservar la naturaleza, trabajar en grupos relacionados con el medioambiente y proyectos de aprendizaje-servicio.

Tabla 1. Participación en proyectos o actividades relacionados con la conservación y protección del medioambiente según el nivel educativo y la clase social

Fuente: informe Jóvenes y Medioambiente de la Fundación SM

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Ariana Pérez Coutado